Por: Fernando Pérez Chávez

El Regreso de la Violencia

Reto de Silvano Aureoles

Evitar “Ingobernabilidad”

El problema de la violencia y de la seguridad en Michoacán, no se solucionará de la noche a la mañana, pero llegó la hora de poner un límite a la inseguridad y ese es el gran reto del gobernador perredista Silvano Aureoles Conejo y debe de solicitar el apoyo del presidente, Enrique Peña Nieto, para lograr la paz en el estado y con ello evitar los visos de ingobernabilidad.

La incertidumbre y la psicosis se ha apoderado de los michoacanos, luego de que se tuvo una semana sangrienta en Morelia y después del secuestro del padre José Alfredo López Guillén de la comunidad de Janamuato del municipio de Puruándiro, el cual apareció muerto  y de la alerta difundida en redes sociales sobre el posible “Toque de Queda” en la capital del estado.

Ante esta situación el gobierno municipal, estatal y federal deben cumplir con su responsabilidad de brindarles seguridad a los ciudadanos y no hay más tiempo que esperar, porque en Morelia y en Michoacán existe una gran desesperación de la ciudadana, porque los gobiernos cambian y las estrategias siguen siendo un fracaso, se mantienen, provocando violencia y la inseguridad.

La verdad no es sencillo el reto para Silvano Aureoles Conejo, porque se trata de poner orden a un problema que no surgió hace unos días sino que viene de tiempo atrás, desde los gobiernos perredistas de Lázaro Cárdenas Batel y  de Leonel Godoy Rangel y del Priísta de Fausto Vallejo Figueroa y por esa razón está preso el ex gobernador interino y ex secretario de gobierno, Jesús Reyna García, pero debería estar preso también Fausto y su hijo Rodrigo Vallejo Mora, el cual tuvo nexos con “La tuta” Servando Gómez Martínez líder de Los Caballeros Templarios.

El grave problema no se va a solucionar con una varita mágica y se requiere de mucha voluntad, talento e imaginación, para luchar en contra de un enemigo como el crimen organizado y se requiere de programas sociales integrales, de todas las fuerzas policiacas y militares, entre otras estrategias, además del apoyo firme del gobierno de la República, del gobernador de Michoacán y del peor alcalde de Morelia el independiente, Alfonso Martínez.

Por otro lado,  lo cierto es que en Michoacán la impunidad con la delincuencia no ha terminado y se traduce en amenazas, chantajes, secuestros, extorsiones  y violencia, amén de que el presidente Enrique Peña Nieto le ha fallado a los mexicanos y a los michoacanos en este rubro, porque el respaldo ha sido mínimo e insuficiente, para asegurar el estado de derecho en los 113 municipios del estado.

Finalmente, Silvano Aureoles, tomo posesión como gobernador el primero de octubre de 2015 y está trabajando para regresar la paz y la tranquilidad a todos sus habitantes, pero existe gente que no está haciendo su tarea como el secretario de seguridad, Antonio Bernal Bustamante, el procurador de justicia, Martín Godoy, el presidente municipal independiente, Alfonso Martínez y la comisaria de la Unidad Morelia de la Policía Michoacán, Isabel Maldonado y en el combate a este grave problema no deben de haber justificaciones y Silvano debe mostrar que tiene capacidad para ser gobernador y debe enfrentar el reto para demostrar la vocación de servicio público.