Morelia, Mich., a 13 de enero del 2025.-Las cooperativas, entendidas como un instrumento de protección y preservación del medio ambiente, así como proveedoras de alimentos sanos y potenciadoras del desarrollo económico comunitario, precisan de apoyos gubernamentales que las catapulten hacia su objetivo central de lograr el bienestar de las familias bajo el principio de convivir y conservar, no de destruir los recursos naturales.
La Unión Estatal de Cooperativas de Michoacán atendió el llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para participar en los foros de consulta rumbo al Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 y se inscribió en la Mesa 4, República que protege al medio ambiente y sus recursos naturales; Eje 5 con el tema Desarrollo Sustentable.
El foro se realizó en el Centro Cultural Clavijero y cabe mencionar que la Unión Estatal de Cooperativas de Michoacán es un organismo de la Economía Social reconocida en el Artículo 25 Constitucional, en la Ley de la Economía Social y en la Ley General de Sociedades Cooperativas; es un organismo cooperativo de segundo nivel que en Michoacán agrupa a 204 cooperativas.
En su intervención J. Guadalupe Bermúdez Olivares, en cuanto presidente de la citada unión de cooperativas calificó a esas organizaciones como un instrumento para proteger el medio ambiente y sus recursos naturales, además de la construcción del sujeto transformador comunitario que la sociedad necesita.
Estimó que el gobierno precisa de acciones y recursos para generar programas dirigidos al impulso y fortalecimiento de las cooperativas que, como defensoras del medio ambiente y sus recursos naturales, necesitan esquemas de financiamiento y de extensionismo, de apertura para la comercialización y de ajuste a las leyes tributarias.
La propuesta de esa Unión en el foro mencionado, se traduciría en cooperativas fuertes, que actuarán en la protección del medio ambiente y sus recursos naturales, y, a la vez, las convierte en instrumentos del desarrollo comunitario, con responsabilidad y ética, con acciones regenerativas, de economía circular, escuelas de campo, y, fundamentalmente, en la producción de alimentos con entera conciencia de la conservación del medio ambiente.
La Unión, subrayó, presentó esa propuesta porque beneficia a los productores de alimentos, pero también a los consumidores, que dispondrán de alimentos sanos y avanzaría firmemente hacia la autosuficiencia agroalimentaria.
Bermúdez Olivares no dejó de lado los problemas, relacionados con las cooperativas, que se viven en la entidad, y, en este sentido mencionó, la ausencia de programas de organización, financiamiento, acompañamiento, investigación y de formación articulados para el impulso del cooperativismo,
Aclaró la diferencia entre el emprendedurismo y las cooperativas, el primero, dijo, es competitividad individual a costa de todo, el segundo es empresa social y colectiva, con principios y valores ligados al desarrollo social, poniendo en el centro el bienestar de las personas.
Lamentó que las cooperativas no encuentren programas de apoyo y se les trate de medir como a cualquier inversionista, pero sin poder acceder al financiamiento en igualdad de condiciones con la iniciativa privada.
Detalló los temas que, desde el punto de vista cooperativista, debe respaldar el gobierno y citó la generación de programas de impulso y apoyo a las cooperativas; tomarlas en cuenta para la construcción de una legislación, actualizarla, sobre todo en el aspecto tributario; facilitar su desarrollo y abrirles espacios en los que puedan llevar sus productos directamente a los consumidores, eliminando a los intermediarios y a los especuladores, y respetar el Artículo 25 constitucional al integrar al sector de la economía social a los órganos de consulta económica y social.

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