Los gobiernos civiles no deben tener religión,

porque siendo su deber proteger la libertad

que los gobernados tienen de practicar la religión

que gusten adoptar, no llenarían fielmente

ese deber si fueran sectarios de alguna.

Benito Juárez García

Arturo Suárez Ramírez

Estimados amigos lectores, muchas gracias por su tiempo para la lectura de la presente columna publicada en tan prestigiado medio de comunicación. En esta ocasión quiero referirme al acto religioso-cultural que celebraron en el Palacio de Bellas Artes, donde practicantes del culto de la Iglesia de la Luz del Mundo rindieron un homenaje a su líder.

Antes de continuar, debo decir que afortunadamente vivimos en un país con libertad de culto y expresión, libertad religiosa y de reunión, libertad de creer y manifestación. Al mismo tiempo México es un país, también por fortuna, con la separación de las iglesias y el estado. En nuestra historia hay múltiples ejemplos de los abusos cometidos por el clero.

Dicho lo anterior, nunca antes en la historia del recinto de Bellas Artes, había albergado un acto de tales características, eso sí disfrazado de acto cultural, pero el fin era totalmente religioso. Esto resulta un contrasentido más para la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador, viviendo en una república y “juarista” que se ha encargado de pregonar el presidente.

Es importante que Lucina Jiménez, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Alejandra Frausto Guerrero titular de la Secretaría de Cultura, den una explicación. ¿Qué fue lo que paso? ¿Bajo qué criterios rentaron el Palacio de Bellas Artes? Y ¿Cuáles serán las políticas a seguir?

Las sospechas vienen de las deudas adquiridas por los acuerdos y amarres que se hicieron en la campaña del año pasado, donde AMLO pactó con diferentes grupos religiosos. Particularmente el PES, y luego la historia de querer otorgar concesiones de radio y televisión como una especie de pago y privilegio para quienes apuntalaron la campaña.

Para que quede claro, no hay que ser expertos, ni estadistas, hay que echarle un vistazo a la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y nada más.

Por fortuna somos un país con ESTADO LAICO, y así debemos de seguir.

Palabras Más

Querido lector ¿Usted pagó sus impuestos? Pues le comento que el SAT perdonó impuestos por cinco mil 730 millones de pesos a dos empresas de Bernardo Quintana Isaac, presidente del Consejo de Administración de ICA.

¿De verdad se terminó la corrupción, el compadrazgo y el nepotismo?

Escríbeme tus comentarios al correo electrónico [email protected] sígueme en la cuenta de Twitter @arturosuarez y en Instagram @arturosuarez_.

Muchas gracias y hasta la próxima.

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