Por: Fernando Pérez Chávez
Cuatro Díaz de “Narcobloqueos”
Ingobernabilidad en Michoacán
No Deben Minimizar el Problema
La semana pasada se registraron en Michoacán hechos que reflejan el grado de descomposición institucional e impunidad que padece la entidad, con cuatro días de narcobloqueos en varios municipios de la Tierra Caliente y aunque el gobernador perredista Silvano Aureoles Conejo lo niegue es el resultado del control que tienen las organizaciones criminales en distintos municipios michoacanos y con ello el regreso de la ingobernabilidad a Michoacán.
A pesar de los intentos mediáticos de la actual administración estatal por minimizar el impacto de la violencia y la inseguridad, está claro que Michoacán se desliza hacia la ingobernabilidad y lo más grave es que por la sincronización y organización de los ataques, la delincuencia organizada no se ha visto afectada por los espectaculares operativos policiacos-militares.
Los sucesos tuvieron como saldo de 33 detenidos, entre ellos 12 presuntos narcotraficantes de Los Viagras, la quema de más de 30 vehiculos y los bloqueos carreteros en los municipios de Apatzingán, Parácuaro, Uruapan, Zamora. Aguililla, además de los ataques a centros comerciales y quema de gasolineras, que muestran la expansión de la criminalidad, pese a que el gobierno michoacano niegue que existen organizaciones criminales.
El gobernador Silvano Aureoles Conejo debe de hablar con la verdad y no puede seguir mintiéndole a los michoacanos de que no hay organizaciones criminales, que se puede circular tranquilamente por la carreteras michoacanas, que Michoacán el sexto estado más seguro del país, que no habrá tolerancia para la delincuencia y que ningún rincón será controlado por la delincuencia, cuando sucede todo lo contrario todos los días.
Sin lugar a dudas requiere de un esfuerzo de voluntad política de las autoridades federales y estatales para involucrarse en la solución de la problemática política, económica y social, que prometió a los michoacanos Silvano, pero que no ha cumplido, ante el poderío de la delincuencia organizada que persiste en la entidad, aunque rechace la problemática y el fracaso de su gobierno durante sus primeros seis meses de gestión.
Por otro lado, mientras no cambie el gobernador Silvano Aureoles a gente como el procurador de justicia, José Martín Godoy Castro y a Florentino Coalla Pulido, delegado de la Secretaría de Gobernación, que son gentes que representan los intereses del ex comisionado para el desarrollo y seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes las cosas en materia de seguridad no caminarán y seguirán engañando al mandatario estos dos personajes de dudosa calidad moral.
Finalmente ya que hablamos de cambios debe de irse también el secretario de salud, Carlos Aranza Adonis, otra gente de Castillo Cervantes, así como la secretaria de Turismo, Liliana López Buenrostro, la ex diputada federal, Julieta Gallardo Mora, titular de la Comisión Coordinadora del Transporte, entre otros funcionarios que no han dado el ancho en la presente administración perredista.