Por: José Cruz Delgado

Morelia, Mich., a 21 de septiembre.-Como delicado calificó el dirigente del Partido del Trabajo, Reginaldo Sandoval Flores, las presuntas reuniones sociales que sostuvo el presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Raymundo Arreola Ortega con el capo Servando Martínez, La Tuta, hoy detenido en un penal de alta seguridad.

Entrevistado vía telefónica, Sandoval Flores fue cauto en sus declaraciones y dijo que primero se debe esperar a que salgan los videos, si es que existen y después fijar una posición al respecto, “porque a los ni existen y ni salen, por eso hay que esperar”, opinó.

Por su parte, la diputada petista, Maricarmen Bernal Martínez, manifestó que no es extraño este tipo de señalamientos contra funcionarios públicos, pues siempre se ha puesto en evidencia a servidores públicos por sus tratos con la delincuencia.

“El que no habla no dice nada, y creo que es por seguridad porque son temas muy delicados y es una gran responsabilidad hablar al respecto porque va de por medio la seguridad”, indicó.

El legislador Raymundo Arreola no quiso dar declaración alguna cuando este medio intentó entrevistarlo para conocer su postura en torno a lo publicado en la columna de un periódico capitalino en donde se señala que habría videos en los que aparecería el presidente del Congreso del Estado, con el líder delincuencial Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”.

La publicación refiere que pasada la tormenta, vino la calma para varios políticos michoacanos que, luego de andarse escondiendo, han vuelto a ocupar un lugar destacado en el escenario. Uno de ellos es el presidente del Congreso local, el priista Raymundo Arreola Ortega, quien anduvo un buen rato con un bajo perfil, temeroso de que saliera por ahí algún video de las supuestas reuniones que habría sostenido con Servando Gómez, el ex líder de la banda de los Caballeros Templarios.
Según lo que se dice en Michoacán, Arreola era invitado asiduo a las tertulias de «La Tuta» por lo que no sería una sorpresa que también de él hubiera un video.

Otro caso singular es el de Ernesto Núñez Aguilar, quien pasó de una diputación federal a una local, ambas por el Partido Verde. El legislador se hizo famoso por el moche que obtuvo al «gestionar» -término legislativo para el coyotaje- 4.5 millones de pesos para un supuesto festival cultural en Zitácuaro, en complicidad con el entonces alcalde Juan Carlos Campos.

 

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