Por: Fernando Pérez Chávez

Morelia, Mich., a 11 de septiembre.-El secretario de salud de Michoacán, Carlos Aranza Doniz gastó 4 millones de pesos del presupuesto para la compra de una camioneta tipo Durango, “blindada” y un Jeep tipo Cheroke de último modelo, las cuales fueron dotadas de GPS Satelital, con un costó 90 mil pesos adicional, denunció Maricruz Ontiveros Aguilar,  vocera de la organización civil, “Cien profesionistas al cien por Michoacán”.

Indicó que mientras que los usuarios padecen carencias de medicamento y servicios de salud el funcionario despilfarro que hizo el secretario en la dependencia para la compra de los vehículos de lujo, uno de ellos blindado por instrucciones del secretario Aranza Doniz para uso personal; el otro fue destinado para la dirección de Seguro Popular; mientras que los usuarios padecen carencias de medicamento y servicios de salud.

Subrayó que la organización, solicito al Instituto de Transparencia y Acceso a la Información en el estado de Michoacán (ITAIMICH),  información sobre la compra de vehículos en el 2015 y el instituto respondió (con oficio 55 M-L TAIP/63/15): “Los vehículos modelo 2015 que ha adquirido la Secretaría de Salud durante el ejercicio fiscal 2015 fueron: 8 camionetas marca Jeep tipo Cheroke; 51 vehículos Nissan, tipo Tsuru GSI; y una camioneta SUV de pasajeros marca Nissan X-Trail”. El costo de la inversión fue de 13 millones 856 mil de pesos.

Por otro lado, manifestó que debido a que la camioneta tipo Durango es modelo 2014 no fue insertada en la lista solicitada, pero en la misiva hacen referencia de la adquisición; es decir, la Secretaría ha gastado en este último año más de 17 millones de pesos para la dotación de vehículos, no así en la compra de medicamentos, infraestructura médica y contratación de especialistas.

Finalmente según Ontiveros, el dato de los vehículos de lujo no quiso proporcionar el ITAIMICH a petición del funcionario, quien ha girado la instrucción de restringir la información por “seguridad” personal y advirtió Ontiveros que al no existir antecedente de licitación los autos  corren el riesgo de “perderse” o de pasar al patrimonio personal del funcionario, “o por lo menos la camioneta en la cual viaja el secretario”.

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