Por: José Cruz Delgado

El IMSS en coma

El poco personal hace lo que puede y no puede dividirse, son las respuestas de directivos del IMSS y hospitales públicos del gobierno de Michoacán argumentando que no hay dinero, la misma cantaleta de siempre. Las camas en los pasillos, y pacientes horas en la misma sala de recuperación esperando que haya una habitación libre para que puedan llevarlos a ellas es lo más común en los hospitales del Seguro Social y Hospital Civil de Morelia. El Hospital del IMSS de Morelia es el peor de todos, según testimonios de los derechohabientes pues el personal médico es prepotente, las citas para especialidades tardan hasta un año, se carece de medicinas y mobiliario. Está el IMSS en estado de coma.

La salud en Michoacán es un tema que ha sido abordado vagamente por el sector público en Michoacán; la importancia primaria que tiene el tema se trata de forma terciaria por los funcionarios públicos. Para confirmar lo anterior, solo es necesario “rascarle” un poco para descubrir que en toda la entidad existe desabasto de medicamentos, a pesar de los millonarios contratos que son firmados y negociados por empresarios que nada tienen que ver con la salud pública. En materia de salud, ¿quién le miente a los michoacanos? Queda de manifiesto la falta de claridad, la ausencia de información y el desaseo que azota a este sector tan determinante en el rumbo de la gobernabilidad interna de un estado.

Durante esta administración se llegaron a suspender cirugías en el Hospital Infantil por falta de oxígeno; se tuvieron que interrumpir tratamientos a niños con cáncer.

No hay para lo más indispensable en centros de salud y hospitales. En contraste, quien despacha como secretario de Salud ordenó que se gastaran 17 millones de pesos en la compra de 51 vehículos Nissan con sobreprecio en el estado de México, y ocho camionetas blindadas a las que se les añadieron sistemas GPS que costaron 95 mil pesos cada uno.

Los pacientes sufren las consecuencias de las carencias médicas, equipo y tratamientos que registran el hospital Civil, pero el que rompe el récord por mal servicio es el IMSS, a cargo de Román Acosta Rosales. Empleados de esta dependencia afirman que el funcionario federal llegó al IMSS y de inmediato puso en puestos claves a familiares y amigos sin tener el perfil, como es el caso de la odontóloga María del Carmen Torres, Jefa de Afiliación y Cobranza. Pero no es todo,  afirman que en días recientes, el Jefe de Servicios Administrativos, Gabriel Pardo, le organizó una comilona al ex gobernador Fausto Vallejo Figueroa donde hubo de todo y que resulta sospechoso que un funcionario de este nivel tenga lo suficiente para realizar un gasto de esta magnitud por lo que debe ser investigado.

Las constantes quejas de la ciudadanía dejan en evidencia la crisis que atraviesa el sector salud, que obliga a la gente a buscar otras alternativas, como la medicina particular, ya sea para solicitar una consulta o cirugía, al ser rechazados en estos hospitales por la falta de médicos y equipo. Los mismos  derechohabientes declararon que algunos médicos les dicen que no tienen el equipo necesario y los mandan con un particular y viene el “moche”, hasta ese grado está la corrupción.

Es tan mal el servicio que el IMSS ha dado a través de los años, que muchos afiliados prefieren atenderse con un médico particular que ir a probar suerte en un nosocomio. El peor de todos parece ser el área de maternidad, donde muchas mujeres son obligadas a realizarse cesáreas, y posteriormente terminan mostrando cicatrices que más bien parecen tajos realizados en carnicerías que un lugar donde se practica la medicina avanzada.

Los derechohabientes son tratados como ganado. Tienen que ir en la madrugada (3, 4 o 5 am) para tratar de conseguir una cita durante ese día. Lo más triste es que en algunos lugares les dan cita para la tarde haciendo que la persona se quede esperando todo el día en el lugar porque vienen de poblados muy alejados donde no hay clínicas. Lo peor es cuando después de horas de espera al fin es atendido el derechohabiente, pero cuando acude a la farmacia receta en mano para la medicina, le dicen que no la tienen, que regrese después. Así se las gasta el IMSS en Michoacán.

La delegación del IMSS tiene un déficit de consultorios de medicina familiar y de especialidades, por lo que la saturación de los servicios ha sido cada vez mayor. Tan sólo los municipios de Morelia, Uruapan, Zamora y Lázaro Cárdenas es donde hay una mayor demanda.

En muchos de los casos al enfermo no se le brinda la atención por no contar con espacios médicos, a pesar que tienen agendada su cita con el médico familiar y en muchas de las ocasiones el galeno les da únicamente paracetamol para aliviar un resfriado. Como estos, son cientos los casos que se registran en Michoacán y que las autoridades del IMSS desestiman.

Ante este negro panorama, algunos sindicatos como el de los burócratas, han anunciado marchas y protestas contra el IMSS para que mejore los servicios. “Mala atención” con situaciones que van desde los consultorios, desabasto de medicamentos y la suspensión de tratamientos a pacientes de especialidades es la marca personal del IMSS. Esta es la realidad del IMSS en Michoacán.

Contrariamente, los hospitales y clínicas del ISSSTE son las que menos quejan tienen, la atención es aceptable y las emergencias son atendidas con prontitud por instrucciones del delegado Adrián Avellaneda Hernández.

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